LA SANIDAD PUBLICA

Con toda probabilidad España tiene la mejor sanidad pública del mundo. Se trata de una sanidad universal, es decir, cualquier persona que esté enferma tiene derecho a ella. Esto hace que no solo haya que atender a indigentes, inmigrantes ilegales o turistas de paso, sino que hay un turismo específicamente sanitario; organizado para ser atendido gratuitamente de enfermedades que en sus países de origen supondrían un grave quebranto para la economía familiar. De esta forma, el quebranto se produce en el correcto funcionamiento del sistema sanitario, en el que la atención urgente de todos estos pacientes obliga a retrasar la programación quirúrgica habitual con el consiguiente aumento en las listas de espera.Por otra parte, España es el cuarto país del mundo que realiza un mayor esfuerzo en Investigación y Desarrollo (I+D) para Defensa, con un 0.18% del PIB, solo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, según los datos de la OCDE incluidos en la obra Radiología de la investigación pública en España. En cambio, el esfuerzo en I+D en Salud en España apenas lega al 0.06% del PIB, la tercera parte que en Defensa.
¿Cómo es posible mantener en España un sistema sanitario tan eficaz, con gasto mínimo? Obviamente a costa de tener unos profesionales mal retribuidos y peor incentivados en todas las categorías profesionales de la sanidad. La formación médica es puntera y barata (hablaremos de ello en otra ocasión), por lo que tenemos médicos bien formados con salarios tercermundistas. Los países de nuestro entorno se han percatado de la paradoja y se han lanzado a captar estos profesionales recién licenciados que no ven reconocido por la administración el tremendo esfuerzo que conlleva hoy día ser médico. En Portugal, con un nivel de vida inferior al nuestro, el sueldo es doble que en España. En Francia el triple. En los tablones de anuncios de todos los Colegios de Médicos se solicitan médicos para Inglaterra, Irlanda, etc. Otro tanto ocurre con enfermería.
El personal sanitario no es funcionario de la administración, a pesar de cumplir todos los requisitos y realizar procesos selectivos igual que el resto de los trabajadores de la administración. El personal sanitario es “estatutario”, que es un eufemismo para pagar menos por la misma titulación. Un medico cobra menos que un abogado, un economista o un arquitecto que trabaje para la administración. Para compensar, se permite que los médicos tengan actividad privada que complete los ingresos. Mientras tanto, impera la cultura de “ellos hacen como que nos pagan y nosotros hacemos como que trabajamos”

Que sean felices y la fuerza les acompañe

LA JUVENTUD

Según las últimas encuestas del Plan Nacional sobre las Drogas , casi el 40% de los adolescentes de 14 años reconoce haber bebido durante los treinta días anteriores al sondeo y, un 27% de los encuestados menores de 18 años admite emborracharse cada 10 días. Estos datos son incontestables y son el signo de que la sociedad actual está enferma. En cambio nuestros dirigentes ignoran esta realidad y siguen enfrascados en sus disputas
En la calle nadie está de acuerdo con el tipo de educación que tienen nuestros hijos; pero no se dan cuenta que ninguna ley puede sustituir la carencia de liderazgo dentro de la propia familia. La urbanidad, los valores, los principios se aprenden por imitación y es en la familia donde es más fácil que se aprendan, no en el colegio. El colegio sirve para socializarnos, para que el niño deje de creer que es el centro del universo.
Si la cuarta parte de los menores de 18 años reconoce emborracharse cada semana (no estamos hablando de beber, sino de emborracharse) ¿Dónde se encuentran esos padres? ¿Existe tan poca comunicación que no llegan a darse cuenta que sus hijos llegan borrachos a casa? ¿Existe alguna ley de educación que pueda arreglar eso? Esta situación se reproduce en muchos otros paises de nuestro entorno. Por ejemplo, en Inglaterra, el número de alumnos de 12 y 13 años que dedican una hora diaria a sus estudios ha descendido del 86% en 1991 al 64% en nuestros días.
Y dicho esto, me viene a la memoria un hecho ocurrido hace ya 25 años, cuando estudiaba medicina. Estaba con mi profesor de prácticas pasando consulta y un paciente comentó "es que la juventud está loca". De pronto, mi profesor dejó de escribir, depositó el bolígrafo sobre la mesa y levantando la cabeza contestó: "La juventud no, algunos jovenes. La mayoría de los jovenes que yo conozco están estudiando todo el día, procurando ser mejores cada día". Desde entonces, tuve en mayor consideración si cabe a aquel profesor porque aunque no me había dado cuenta hasta ese momento, tenía en gran estima nuestro esfuerzo.
Siguiendo las enseñanzas de aquel maestro, hoy también considero que aunque hay un 25% de jovenes que se emborrachan cada semana, también hay un 75% que siguen su vida sin alharacas pero divirtiendose, estudiando, formándose como profesionales y como hombres. Así veo a mis alumnos de 4º de Medicina. La mayor parte del día se les va en prácticas y en clases y cuando llegan a casa por la tarde, tienen que ponerse a estudiar. La juventud no está loca, son solo jóvenes, aunque un 25 % de ellos son viejos de 18 años.

Que sean felices y la fuerza les acompañe

Bienvenido a este espacio en el que pondré mis reflexiones sobre lo divino y lo humano, siempre que el tiempo y la autoridad lo permitan. Al principio pensé en mis alumnos de medicina y enfermería, pero cuando consiga dominar esto de la red de redes, quiero opinar de todo lo que nos concierne.