sábado, agosto 11, 2007

LA IGLESIA DEL SIGLO XXI

El portavoz de la conferencia episcopal, D. Juan Antonio Martínez Camino, se ha despachado a gusto contra el nuevo ministro de Sanidad, Bernat Soria, a quien presentó casi como un "peligro para la sociedad". No contento con esto, añadió que es "notorio y general" que éste ha mantenido posiciones que "no son compartidas por el mundo de la ciencia" y es una persona "muy discutida" en este ámbito. “El señor ministro ha creado expectativas infundadas e inmorales. Una ciencia sin conciencia no es ciencia, es un peligro para la sociedad”
Mientras que los representantes del clero se manifiesten en asuntos de su estricta incumbencia, no hay nada que objetar, pero cuando comienzan a opinar sobre cuestiones científicas, sin mayor bagaje que su palabra, no cabe sino poner a cada uno en su sitio, dejando al César lo que es del César.
Las células madre embrionarias constituye una prometedora técnica biomédica descubierta en 1998, defendida por la mayoría de los científicos. Por su parte, el investigador Bernat Soria Escoms, catedrático de Fisiología, ha sido pionero en el uso de células madre con fines terapéuticos en España. Presidente electo de la Sociedad Española de Diabetes (2000-2004) y de la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas, entre otros cargos y sus trabajos han sido distinguidos con numerosos premios. En 2001, la Juvenile Diabetes Research Foundation, el mayor lobby de pacientes diabéticos de Estados Unidos, le concedió la mayor ayuda para un proyecto de investigación de su historia (620.000 dólares). Ese mismo año, el Ministerio de Sanidad le abrió en 2001 un expediente informativo tras utilizar células madre humanas, entonces inasequibles en España, en un estudio sobre diabetes. Fue entonces cuando decidió marcharse a Singapur para proseguir allí la investigación, pero en 2005 regresó tras una oferta del Gobierno Andaluz para dirigir el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa. En este centro, las líneas de investigación están centradas en la diabetes, enfermedades neurodegenerativas como el Párkinson, lesiones óseas y articulares, trasplante celular y la puesta en marcha de un banco de células madres.
Por tanto, Don Juan Antonio Martínez Camino, puede estar convencido, desde su fe, que un óvulo fecundado es un ser humano de pleno derecho, pero no puede defender su posicionamiento con expresiones tales como "peligro para la sociedad", “ha mantenido posiciones que no son compartidas por el mundo de la ciencia", “es una persona muy discutida" o “el señor ministro ha creado expectativas infundadas e inmorales. La actividad científica debe ser rebatida en los ámbitos científicos y con los mismos criterios. No olvidemos que hace unos siglos la Iglesia persiguió a científicos que propusieron “ideas sin conciencia que constituían un peligro para la sociedad”, como que la Tierra no era el centro del Universo, que era redonda o que la circulación sanguínea pasaba por el pulmón.

Que sean felices y la fuerza les acompañe.

1 Comments:

Blogger Zalakajin said...

Siempre me hizo (y me hace) gracia los comentarios de ciertos sectores de la Iglesia con respecto a temas de los que no tienen ninguna autoridad, como la Ciencia o el sexo. Todo esto huele a melancolía de poder. Deberían entender por una vez que los nuevos desafíos sociales (véase la eutanasia, el uso de células madres, etcétera) deben ser solucionados por la sociedad en su conjunto, y no por un señor tras una sotana. Como bien dice usted, al César lo que es del César.

Saludos de un alumno suyo de 4º de Medicina.

7:24 p. m.

 

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